Prepárate para dar la bienvenida a la mejor versión de ti
Has decidido regalarte un mañana lo más longevo, saludable y feliz posible.
¡Enhorabuena!
Ahora, tu primer cometido será atenerte a los cuatro pilares, las tareas con las que irremisiblemente deberá empezar cualquier terapia nutricional exitosa.
El primer paso (con total independencia de qué condición o inquietud te haya traído aquí) consistirá ineludiblemente en sustituir los alimentos procesados por comida de verdad, fresca y perecedera.
Así que puedo adelantarte que, sin excepción, voy a pedirte que (si no lo haces ya) empieces a comprar ingredientes sin procesar y a cocinar. Los genes que dirigen los engranajes hormonales que nos mantienen jóvenes, sanos y felices necesitan una serie de nutrientes para funcionar. Y no los obtendrás de un perrito caliente de porexpan apenas comestible (y de una barrita de cereales integrales «enriquecida» con vitaminas sintéticas, tampoco).

Igualmente, convivir con un estado permanente de estrés impide que tus sistemas auto-reparadores se pongan (y se mantengan) en marcha. ¿Qué sentido evolutivo tiene destinar recursos a mantenerte joven o a controlar un cáncer potencial cuando te persigue un tigre? Además, es precisamente cuando te entregas a un sueño plácido y profundo que te auto-reparas. Eso sí, debes permitir que los engranajes hormonales bailen su danza, no forzar la inconsciencia con pastillas para dormir.
Así que también te pediré que tomes las medidas necesarias para negarle al estrés ese tiempo que te roba y que se lo entregues a un sueño reparador.
Por último, necesitaré que reduzcas la carga tóxica de esas sustancias que, lamentablemente, no podemos eludir, tomando consciencia y evitando aquellas que sí. Si tu sistema está ocupado librándose de moléculas dañinas (como los mil y un componentes de ese cigarrillo con el que acompañas el café o el famoso bisfenol-a de los plásticos), no podrá dedicarse en cuerpo y alma a tu chapa y pintura personal.
Y estas son las cuatro tareas que irremisiblemente te encargaré:
Cocinar y comer comida de verdad.
Controlar el estrés.
Regalarte un sueño reparador.
Minimizar tu exposición a tóxicos.
Nuestros cuerpos QUIEREN estar sanos y construir un futuro saludable. Solo necesitan disponer del terreno, los trabajadores, las herramientas y los materiales necesarios para lograrlo.
No te desanimes ante estas peticiones, ni ante las posibles recaídas. Solo necesitarás un poquito de constancia y dedicación. Será esencial que le destines a tu futuro tú el esfuerzo y tiempo que requiere, pero te aseguro que es tiempo y esfuerzo bien empleado.